Una pareja venezolana que reside en Puerto Morelos, Quintana Roo decidió bautizar a si hijo en un ritual maya.
TENDENCIAS.- Una pareja venezolana decidió bautizar a su hijo en un ritual maya, el “Hetzmek“. La ceremonia tuvo lugar el sábado por la tarde en las cercanías del cerro mayor Kantunich.
La pareja, aficionada a la cultura maya, reside en Puerto Morelos, Quintana Roo. Ahora bien, el sacerdote maya Germán Pool Ché presidió la ceremonia, en la colonia Centro de Kantunilkín.
Heilen y Janio llevaron a su hijo, Antonio, llevaron a su hijo a dicho evento, que se dio de manera íntima. Además, contó con la presencia de algunos familiares que viajaron aproximadamente una hora hasta el municipio, para ser testigos. La familia decidió hacer todo esto por el profundo amor que le tienen a la cultura maya.
La familia Yepez Colina, junto con sus compadres, tomaron este compromiso el pasado sábado en la tarde. Según la tradición maya, los padrinos desempeñan el papel de segundos padres para el niño. Igualmente, se comprometen a guiarlo con sabiduría por el camino correcto, viendo por su bienestar en el caso de que falten los padres.
Ahora bien, el Hetzmek es una ceremonia en la que el bebé es cargado a horcajadas por primera vez. Es decir, los padrinos colocan al niño en su cadera y dan vueltas alrededor de una mesa. Además, se utilizan cuatro elementos importantes: la pepita, la miel, el pinole y el huevo. El primero simboliza el nacimiento. Juntos, todos simbolizan: “el nacimiento de lo dulce en busca del camino correcto”. según explica el sacerdote maya.
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Este rito maya, se realiza cuando el bebé tiene tres meses si es niña y cuatro si es niño. Esto se debe a que el tres representa las tres piedras que se ponen en el comal. Por otro lado, el cuatro expresa las cuatro esquinas de la milpa. Se coloca en una mesa en la que se ponen varias jícaras con alimentos. El ritual comienza cuando la madrina coloca al bebé sobre su cadera.
Sin embargo, el caso de Antonio se desarrolló diferente. El ritual comenzó con su padrino cargándolo sobre su cadera y dando nueve vueltas alrededor de las mesa, en sentido contrario a las agujas del reloj. En cada vuelta, se colocaba maíz sobre la mesa. Mientras, la madrina hacía el recorrido contrario, recogiendo el maíz. Durante todo el rito un infante acompañaba a los padrinos llevando objetos cotidianos de los antiguos mayas.
Al mismo tiempo se empleaban otros elementos secundarios. Estos serían una libreta, un lápiz y juguetes como el trompo, resortera o un calabozo. Esto según la preferencia de los padres y padrinos.
Los objetos se selección según las aspiraciones que tengan sobre el futuro del niño, según las creencias mayas. Por lo tanto, este ritual tiene el objetivo de fomentar el desarrollo intelectual y social de los niños desde sus primeros meses de vida. Se llevaba antes de que cumplieran cinco meses.
Por su lado, la familia Yepez Carolina son desarrolladores. Por eso, en todas las actividades, muestran respeto por la naturaleza, las creencias locales y tradiciones. Decidieron bautizar a Antonio con el Hetzmek por el profundo significado que conlleva.
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