centro de Mérida

Testigos que iban por calles del centro de Mérida rápidamente se acercaron al hombre para ayudarlo, mientras se daba aviso a los paramédicos

MÉRIDA.- Paramédicos de la Secretaría de Seguridad Pública atendieron a una persona del sexo masculino que caminaba por el centro de Mérida con sangre en la cara, debido a una lesión que se provocó, presuntamente, al caer de su propia altura.

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Peatones de la zona indicaron que el lesionado se había caído en la esquina de la calle 61 con 74 y caminó por esta última calle hasta el cruce con la calle 59 donde fue auxiliado, en primera instancia, por una mujer y minutos más tarde, atendido por socorristas.

Una joven que estaba en el lugar relató que ella caminaba por la misma calle 74 cuando el hombre que se identificó como Manuel, le dio alcance.

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“Me hice a un lado para que pase, pero vi que comenzó a tambalearse. De repente se golpeó la cabeza en la pared y ya no podía seguir caminando. Se cayó. En eso vi que estaba todo lleno de sangre y llamé a la policía”, comentó.

Otro testigo coincidió con el relató y explicó que el hombre se cayó una esquina antes (en la calle 61 con74), por caminar en estado de ebriedad.

La joven que auxilio al hombre permaneció en el lugar y cuando llegó la policía, sentaron al lesionado a un lado de la calle, le proporcionaron un trapo para que se limpie la sangre y minutos después llegó una ambulancia de la SSP al lugar de los hechos. “¿Qué te pasó?”, le preguntó uno de los socorristas. “Me caí”, respondió el lesionado, quien tenía dos heridas cortantes en la frente, de modo que le limpiaron la cara y le colocaron unas vendas.

Los paramédicos revisaron al hombre y le volvieron a preguntar qué le pasó, recibiendo la misma respuesta. “¿Seguro? ¿No te golpearon?”, le cuestionó el paramédico, pues se percató de algunos moretones que el señor tenía en el cuerpo. “Seguro, me caí”, dijo y pidió que ya lo dejaran ir a su casa.

Un policía le pidió sus datos personales y minutos después le permitieron retirarse, no sin antes recomendarle acudir a un hospital, pues las heridas que presentaba en la frente requerían de varias puntadas para poder cerrar.

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