Personal del INAH continúa con las labores tras el hallazgo de un pasadizo que conecta el cenote, con el convento de Izamal.

IZAMAL.- El convento de San Antonio de Padua, de Izamal, es uno de los más importantes en el país, pues tiene el segundo atrio más grande del mundo; sin embargo, este alberga muchos misterios y curiosidades, como un cenote.

Una de ellas es el reciente pasadizo que fue encontrado por personal de la Subdirección de Arqueología Subacuática de la Península de Yucatán y el Centro INAH Yucatán, que conecta con este importante templo.

Durante su tercera semana de labores, personal del INAH busca la boca de la antigua noria y un pasadizo que forma parte del convento. Dichas investigaciones han permitido localizar la entrada al cenote, el cuál dotó de agua a los monjes del Convento hasta el siglo XX.

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Asimismo, en dichas obras han hallado diferentes piezas arqueológicas como cerámica, metal y otros materiales que son analizados.

El Instituto Nacional de Antropología e Historia presentó los resultados en la tercera semana de trabajos arqueológicos, los cuales permitieron conocer un complejo sistema para abastecer a la población de agua desde la época prehispánica hasta el siglo XX.

¿Cuál es la historia del convento de Izamal?

El Convento de San Antonio de Padua, ubicado en Izamal, fue el quinto convento construido en Yucatán, y actualmente es el único qué sigue en custodia de los franciscanos pertenecientes a la Provincia Franciscana de San Felipe de Jesús.

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Este fue fundado por los frailes franciscanos sobre el año 1549, y se construyó sobre las ruinas de Pap-Hol-Chac, un antiguo edificio prehispánico. El arquitecto Fray Juan de Mérida fue quien se encargó de elaborar este proyecto, que se asemejaba a la gran mayoría de conventos que se erigieron en el siglo XVI. Es decir, un imponente atrio con cuatro capillas, la iglesia y el convento con su propio huerto.

Dieron las obras por finalizadas en el año 1562. Fue entonces cuando Fray Diego de Landa decidió traer de Guatemala una imagen de la Inmaculada Concepción, conocida con el tiempo como Virgen de Izamal. 

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