La unidad se salió del camino, pero lo peor vino después: una multitud se llevó toda la carga sin que nadie lo impidiera.

Un conductor vivió la peor cara de la impunidad este sábado por la mañana, cuando su camión cargado con cerdos vivos fue invadido y saqueado por decenas de personas que, sin pensarlo dos veces, le arrebataron toda su mercancía frente a sus ojos.

El hecho ocurrió en la carretera federal Escárcega–Villahermosa, a la altura del kilómetro 8, entre Mamantel y Aguacatal, donde el chofer perdió el control del volante —presuntamente por el cansancio— y salió de la vía. No se volcó ni sufrió lesiones. Pero el verdadero golpe vino después.

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En lugar de ayudar, personas de distintas direcciones. Unos bajaron de sus autos, otros llegaron caminando. Todos con un objetivo: abrir el camión y llevarse lo que pudieran. Y así lo hicieron.

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Aunque la policía llegó, eran pocos y nada pudieron hacer para detener el caos. Los agentes de la SPSC y luego de la Guardia Nacional documentaron lo ocurrido, pero cuando llegaron en mayor número, el daño ya estaba hecho.

Lo ocurrido con el camión saqueado en carretera Escárcega–Villahermosa refleja no solo la falta de control ante estos hechos, sino también la normalización del robo colectivo en plena vía pública. A pesar de la presencia de las autoridades, la rapiña fue inmediata y efectiva, dejando al conductor sin su carga y sin justicia, mientras la impunidad sigue avanzando por las carreteras.

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